El aspirante debe tener una actitud crítica frente a sí mismo y frente a los otros y ser capaz de establecer una posición política ante las situaciones. Debe poseer condiciones psicológicas que le permitan establecer una relación profesional adecuada con los demás y construir una significación de la vida basada en la ética. Debe tener capacidad de análisis y de abstracción, mediante las cuales pueda interpretar el comportamiento, argumentar sus conclusiones al respecto y proponer soluciones a los problemas encontrados. Debe ser autónomo y responsable en la toma de decisiones frente a sus propias rutas de aprendizaje.